Causas del insomnio y cómo curarlo fácilmente. ¡Solución!

Todos hemos oído hablar muchas veces del insomnio, es algo que se dice muy a la ligera. “Ayer tuve insomnio y no me quedé dormido hasta las tres de la madrugada”. Pero no confundamos una mala noche o estar desvelados por un motivo concreto con el insomnio. Te recordamos que estamos recomendando el método Insomnio Nunca más, al que puedes acceder pinchando aquí.

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¿Qué es el insomnio?

Cuando pasas muchas noches seguidas acostándote a las doce y viendo pasar todas las horas del reloj de tu mesilla de noche, cuando te despiertas durante la noche más de tres veces sin motivo aparente o cuando después de 3 horas de sueño tus ojos se abren como platos y no puedes dejar tu cerebro en modo off por mucho que lo intentes…eso es insomnio. Se trata del trastorno del sueño más frecuente en la población mundial. Consiste en una reducción de la capacidad para dormir, y se manifiesta de diversas formas dando lugar a distintos tipos de insomnio.

insomnio

Tipos de insomnio

Insomnio de inicio:

Dificultades para conciliar el sueño en menos de 30 minutos.

Insomnio de mantenimiento:

Dificultades para mantener el sueño produciéndose despertares nocturnos de más de 30 minutos de duración, o despertando definitivamente de manera repentina alcanzando una duración total de sueño insuficiente.

Cuando dormimos mal o poco, o poco y mal, nos afecta a muchos factores de nuestra vida. Es difícil concentrarse en el trabajo o estudios si no descansamos adecuadamente, estamos irascibles, afecta a nuestras relaciones sociales y sobre todo a la salud. El número de horas de sueño necesarias varía de unas personas a otras. Aunque la media diaria es de 7 horas y media existe un rango que oscila entre 4 horas (duermen poco) a 10 horas (duermen mucho), considerando estos valores como algo relativamente normal.

Según el tiempo de evolución, el insomnio puede ser temporal, sólo unos días o semanas, o crónico, meses o años.

Causas de insomnio

Causas médicas

Enfermedades metabólicas y hormonales, neurológicas, reumatológicas, digestivas, cardiovasculares y todas aquellas que pueden interrumpir el sueño por dolor (fibromialgia, cefaleas, etc) o urológicas por la necesidad urgente de micción (próstata, infecciones, renales). También pueden provocar insomnio la menopausia y el embarazo.

Enfermedades psiquiátricas (ansiedad, depresión, esquizofrenia, etc), así como otras enfermedades del sueño que impiden dormir (síndrome de piernas inquietas, apnea de sueño, parasomnias, etc)

Causas externas

Hay muchos factores ambientales que influyen de manera negativa en el sueño: malos hábitos de sueño, abuso de sustancias y medicamentos, horarios de trabajo por turnos o viajes frecuentes a países con cambio horario.

Cómo aliviar el insomnio

Debes tener un papel activo. Sigue estos consejos para notar resultados, comenzar a disfrutar de un sueño de calidad y olvidarte del insomnio.

Regula la hora de acostarte y levantarte

Es frecuente entre los insomnes dormir hasta tarde por la mañana, dormir largas siestas o quedarse más tiempo en la cama para compensar la falta de sueño.

Permanece en la cama sólo las horas que estés durmiendo, sin alargar el tiempo antes de dormirte o después de despertarte.

Levántate y acuéstate todos los días a la misma hora.

Elimina las siestas durante el día.

Reduce las actividades que creas que interfieren en tu sueño

Deja a un lado la ansiedad y frustración e insomnio. El objetivo de este punto es asociar la cama y la hora de acostarse con la sensación de sueño, relajación y somnolencia. Para esto te ayudarán estas pautas:

  • Acuéstate sólo cuando realmente tengas sueño.
  • Si después de 15 minutos intentando relajarte, no consigues conciliar el sueño, levántate. Haz alguna actividad relajante (respiración, yoga, alguna actividad monótona y aburrida no interesante) y vuelve a intentar dormir.
  • Utiliza la cama y el dormitorio sólo para dormir, no veas la televisión, leas, ni escuches la radio en la cama.
  • Limita el consumo de tabaco, bebidas alcohólicas, excitantes, practica deporte, y sigue una dieta saludable.

Hay que intentar evitar los medicamentos sin prescripción médica.

Procura no obsesionarte durante el día por lo poco o lo mal que has dormido la noche anterior. Esto aumentará tu estrés y te condicionará para dormir la siguiente noche, creando una presión emocional por el sueño atrasado. Recuerda que el sueño que no duermes un día, no lo puedes recuperar. Así que céntrate en dormir tus 7 horas de calidad de esa noche. No te agobies por lo que dejaste de dormir los días anteriores. El cuerpo es sabio y se recupera con facilidad.

Te recordamos que si lo quieres eliminar definitivamente, puedes usar el método Insomnio Nunca más, al que puedes acceder pinchando aquí.

 

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