Casi desde que un niño coge un lápiz ya empieza a hacer garabatos aparentemente sin sentido, pero éste ya es un primer paso para el desarrollo de la imaginación, creatividad y motricidad fina
- Los niños desarrollan con la pintura habilidades como la imaginación o la creatividad, además de la motricidad fina y la comunicación
- El aprendizaje de la pintura debe acompañarse siempre con el ejemplo de los adultos
- A partir de los 3 años, los niños comienzan a definir con sus dibujos ciertos objetos y personas
- Felicitar por los dibujos realizados ayuda a mejorar y a mantener una actitud positiva con la pintura
- Los juegos de colorear Mapanda son perfectos para desarrollar su lado más creativo
Casi desde que un niño coge un lápiz ya empieza a hacer garabatos, aparentemente sin sentido, pero éste ya es un primer paso para el desarrollo de la imaginación, creatividad y motricidad fina. A partir de los 3 años, los niños empezarán a dar nombre a esos garabatos por lo que jamás se debe limitar el arte de pintar y colorear. En Mapanda se quiere explicar la importancia de introducir a los niños lo antes posible en el mundo del arte, especialmente de la pintura. ¿Por qué?
A través de la pintura los niños van desarrollando ciertas habilidades como la imaginación o la creatividad, además de la motricidad fina y la comunicación. Desde el primer año los niños ya son capaces de sostener un lápiz en la mano y trazar líneas que, a priori, son simples garabatos. Poco a poco conseguirán expresar sus emociones y sentimientos a través de los colores y las formas que plasman con la pintura. Al igual que otras actividades como la lectura, el aprendizaje de este arte debe acompañarse siempre con el ejemplo que dan los adultos.
¿Qué hacen según la edad?
Con apenas un año, los niños ya son capaces de sostener en sus manos un lápiz. Para evitar que pinten en cualquier sitio de la casa es importante dedicar tiempo con ellos para pintar. Adapta los materiales a la edad, una buena opción son lápices de cera para niños con las puntas redondeadas para evitar que se pinchen así como folios o cuadernos especiales para colorear.
Hasta los dos años los niños realizarán garabatos, pero no se debe coartar esta forma de expresión. Para ellos es una forma de libertad y de desarrollar su imaginación y creatividad. Poco a poco se va fomentando el uso de ciertos colores e incluso irán controlando la fuerza y presión que hacen con los lápices sobre el papel. A partir de los 3 años, los niños comienzan a definir objetos y personas, aunque hay que preocuparse, esa figura con cabeza grande y cuerpo de líneas es mamá.
Con los 5 o 6 años los niños empiezan a ser más precisos. Las proporciones de las personas u objetos que pintan, incluso empezarán a definir ciertos detalles como los dientes o el cabello, así como las ventanas o humo de chimenea de las casas. Con esta edad, los objetos ya no flotan sobre el papel por lo que suelen asentarse en una línea recta que ellos consideran el suelo.
A partir de los 7 años y hasta los 12, los niños empiezan a dar formas y color a los dibujos para darle un aspecto más real. Con estas edades, los más pequeños comienzan a colorear sin salirse de las líneas marcadas en la silueta del dibujo. Para ellos, los juegos de colorear como los “Imprime y colorea” de Mapanda son perfectos para desarrollar su lado más creativo.
Trucos para fomentar su creatividad
Pintar y colorear con ellos y felicitar por los dibujos realizados, aunque aún sean simples garabatos, los ayudará a mejorar y a mantener una actitud positiva en el arte de la pintura. Valorar el esfuerzo realizado y animarlo a seguir pintando hará que el propio niño quiera mejorar cada día. Ganará confianza en sí mismo.
Es importante no forzar a los niños a pintar en un determinado momento o realizar un determinado dibujo. Lo más importante es darles la libertad de que dibujen y coloreen a su manera. Ellos decidirán los colores y las formas, aunque sí se deben acostumbrar a seguir ciertas pautas como el pintar o colorear solo en el papel. Así se evita el caos de encontrar garabatos en la puerta de la nevera o en las paredes de casa.
Los niños son una esponja y cada una de las actividades que desarrolle en su día a día le servirá para desarrollar nuevas capacidades y fortalecer ciertas habilidades. La pintura es arte, solo hay que escoger los materiales infantiles que mejor se adecúen a la edad y dejarlos que expresen a través del color y la pintura sus propias emociones.
Fuente Comunicae