Cómo proteger los embriones en la reproducción asistida

/COMUNICAE/

En su estudio, el equipo de la clínica MARGen subraya la importancia de controles más frecuentes de la concentración de progesterona en la sangre de las mujeres tratadas por la FIV. Estos controles tienen que repetirse durante el primer trimestre de embarazo, lo que normalmente no se hace en embarazos espontáneos

En la mayoría de los casos, la pérdida involuntaria del embarazo está relacionada con diferentes anomalías de los embriones, causadas por algún defecto de los óvulos o de los espermatozoides. En otros casos, estas anomalías se deben a errores de las primeras divisiones del óvulo recién fecundado. “Sin embargo -afirma el doctor Jan Tesarik– una proporción de embriones completamente normales se pierden también, algo que es más frecuente durante los tratamientos de reproducción asistida, especialmente fecundación in vitro (FIV), que en el caso de embarazos espontáneos”.

Un estudio reciente, publicado por el equipo científico de la clínica MARGen de Granada, liderado por el doctor Jan Tesarik y la doctora Raquel Mendoza-Tesarik, identifica las causas más frecuentes de esos abortos involuntarios y dibuja las posibilidades de su prevención. Según los investigadores, la causa principal de la pérdida de embriones normales en la primera fase de embarazo está relacionada con una producción insuficiente de la hormona progesterona por los ovarios de las mujeres afectadas y “los protocolos de tratamiento de las mujeres preparadas para la FIV son los principales responsables de esta insuficiencia”, indica el doctor Tesarik.

La importancia de la actividad ovárica en el inicio de embarazo
Después de la ovulación, el ovario produce progesterona, cuya importancia es vital para el desarrollo del embarazo. Sin embargo, esta función se ve frecuentemente perturbada por los protocolos de la estimulación ovárica y de la inducción de ovulación. Cada protocolo tiene un impacto diferente sobre esta función, aunque el riesgo existe en cualquiera de ellos. La insuficiencia de la producción de la progesterona predispone a las mujeres tratadas a un fracaso de embarazo.

En su estudio, el equipo de la clínica MARGen subraya la importancia de controles más frecuentes de la concentración de progesterona en la sangre en las mujeres tratadas por la FIV, por encima de lo necesario durante un embarazo natural. Estos controles tienen que repetirse durante todo el primer trimestre de embarazo, lo que normalmente no se hace en embarazos espontáneos.

Efectos poco conocidos de la insuficiencia de progesterona
A parte de sus efectos sobre el útero, la progesterona también tiene un efecto importante sobre el sistema inmunitario de la mujer. Así, una subpoblación de linfocitos (un tipo de leucocitos de la sangre encargado de regulaciones del sistema inmunitario) tiene la capacidad de responder a la progesterona y lo hace mitigando la reacción hostil del sistema contra el embrión recién implantado. De hecho el embrión puede ser reconocido como un intruso, debido a la participación de moléculas ajenas (las provenientes del padre) en el organismo materno.

“Es muy importante analizar, también, la producción de la progesterona durante el primer trimestre del embarazo en casos de abortos supuestamente provocados por un rechazo inmunológico. La administración de progesterona durante esta fase puede ayudar a superar el problema. El tratamiento puede reforzarse con fuertes dosis de antioxidantes o de la hormona melatonina, siempre de acuerdo con el diagnóstico individual de cada mujer”, concluyen los doctores Tesarik y Mendoza-Tesarik.

Fuente Comunicae

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