La Covid-19 impulsa la medicina traslacional

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La Covid-19 impulsa la medicina traslacional

Según el científico español, el doctor Jan Tesarik, pionero de la medicina traslacional en el campo del diagnóstico y tratamiento de infertilidad, «la brecha entre la investigación básica y la práctica clínica no cesa de aumentar. Se trata de transformar, con mayor celeridad posible, los logros de la investigación biomédica en nuevas herramientas diagnósticas y terapéuticas en el cuadro clínico».

La crisis de la Covid-19 y, muy especialmente, el desarrollo acelerado de medicamentos y vacunas, ha puesto de manifiesto la necesidad de impulsar la medicina traslacional, capaz de trasladar lo más rápido posible los descubrimientos de la investigación básica desde el laboratorio hasta la consulta del médico o la cama del paciente.

Según el doctor Jan Tesarik, director de la clínica MARGen de Granada, “la eficiencia de la medicina traslacional es indiscutible. Pero su aplicación se enfrenta a numerosos problemas de formación, psicológicos, motivacionales y administrativos”.

En un artículo publicado hace tres años por el doctor Tesarik y su colaboradora Maribel Galán-Lázaro en la revista Translational Andrology and Urology sobre los pasos a seguir en casos de la infertilidad masculina debida al daño del ADN de los espermatozoides, se describía un algoritmo que, comenta, “ha aportado una mejora importante en la práctica de la Clínica MARGen. Sin embargo, la mayoría de las clínicas no siguen estas recomendaciones, lo que disminuye la probabilidad de embarazo y aumenta el costo del tratamiento por un niño nacido”.

Según el científico granadino “la brecha entre la investigación básica y la práctica clínica no cesa de aumentar. Y esto es lo que tenemos que cambiar. Se trata de transformar, con mayor celeridad posible, los logros de la investigación biomédica en nuevas herramientas diagnósticas y terapéuticas en el cuadro clínico”.

Problemas a los que se enfrenta la medicina traslacional

Formación
Los investigadores (biólogos) creadores de las nuevas ideas sobre el funcionamiento y malfuncionamiento del cuerpo humano no están formados en los mismos ámbitos que los potenciales usuarios (médicos) de sus descubrimientos. Consecuentemente, los biólogos conocen muy poco de la medicina clínica y los médicos desconocen los avances de la biología moderna. Así, el diálogo es complicado.

Problemas generacionales, psicológicos y económicos: cachorros y viejos lobos
Los creadores de nuevas ideas son generalmente investigadores jóvenes, universitarios, cuyo futuro depende principalmente de las becas relacionadas con la evaluación de su trabajo por sus profesores, también biólogos. No existe ninguna motivación para vincular los descubrimientos con una utilización clínica. Incluso Einstein, que realizó descubrimientos importantes en una edad relativamente avanzada, no pensaba mucho en sus aplicaciones (de otra manera quizá no los habría publicado). Por otro lado, los médicos, potenciales utilizadores de esos descubrimientos, son cada vez más distantes, tanto por su edad como por su formación. Muy pocos siguen los últimos avances en la medicina y la biología en el mismo tiempo. Sin embargo, estos “viejos lobos” tendrían que estimular a los “cachorros” para buscar su futuro fuera del ámbito universitario.

Problemas administrativos
Dada la notoria reticencia del sistema español de ciencia e innovación en cuanto a la evaluación de nuevos proyectos en materia de la sanidad, la mayoría de los médicos son reacios a perder tiempo para innovar.

Problemas culturales y económicos
Una vez que el médico aprende una técnica y compra todos los equipamientos para su realización, tiene lógicamente dudas si vale la pena cambiar todo por otra. Un ejemplo cercano es la endoscopia virtual sonográfica, desarrollada por el doctor Tesarik y publicada en la prestigiosa revista American Journal of Obstetrics and Gynecology ya hace 3 años. Las técnicas derivadas incluyen una salpingoscopia virtual, la foliculoscopia virtual y la embrioscopia virtual. Sin embargo, el interés por estas técnicas amigables con las paciente, sin riesgos de complicaciones y de menor coste siguen sin utilizarse en España.

Solución
Para el doctor Tesarik, “lo razonable sería crear una especialización de medicina traslacional para los médicos después de terminar su educación básica. Esta especialización incluiría la aplicación de la medicina traslacional en todas las especialidades médica”.

Fuente Comunicae

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