Las cubiertas hacen las piscinas más rentables y asequibles, según Piscinas Lara

/COMUNICAE/

Darse un buen chapuzón es algo que apetece durante todo el año. Muchas personas piensan que cuando el verano se acaba también se acaban los baños en la piscina y están muy equivocadas

Aunque el tiempo no acompaña, Piscinas Lara, empresa profesional en piscinas y productos relacionados con las mismas, afirma firmemente que hay muchas alternativas para conseguir un ahorro en la rentabilidad de la piscina. Una de ellas son las cubiertas para piscinas. El gasto que supone una piscina particular no es especialmente alto. No obstante, hay que tener en cuenta productos químicos que se utilizan para purificar y tratar el agua, como el cloro o el reductor de PH. Además hay que tener también en cuenta factores que hacen incrementan el gasto en agua (tener que deshacerse del agua sucia o la evaporación).

El consumo promedio en agua de una piscina particular es de alrededor de unos 20.000 litros al año. Esto supone alrededor de unos 100 euros al precio del agua doméstica. Este sería el caso de las piscinas particulares que se llenan con agua doméstica y que no disponen de agua gratuita proveniente de acequias o pozos. Por lo tanto, parece que una cubierta de piscina, algo que supone una inversión en principio, puede ahorrar mucho dinero a la larga, a las personas que disponen de una piscina en su casa. Será una inversión para el que la compre, pero será una inversión excelente.

Según Piscinas Lara cubrir la piscina con una cubierta trae una gran cantidad de ventajas. En primer lugar, cubrir la piscina significa protegerla de los agentes externos que ensucian la piscina como las hojas, el polen, las ramas, los insectos, etc. Por lo tanto, esto supondrá un gasto mucho menor en productos químicos que se emplean para limpiar y desinfectar la piscina. Otra ventaja es que al limitar las perdidas de calor, se limita mucho la evaporación del agua. Por lo tanto, no habrá ninguna pérdida de agua.

No obstante, otra ventaja que destacan es que se podrá alargar la temporada para bañarse por algunos meses más. Incluso se podrá disfrutar de la piscina un poco antes del verano. No obstante, hay que diferenciar las diferentes cubiertas por el uso que se le da o su funcionalidad. Las cubiertas se escogen en función del grosor deseado o el acabado o si es más preferible una cubierta con algo de estructura y altura.

Las cubiertas de superficie pueden tener burbujas de aire que conservan la temperatura del agua impidiendo que se enfríe o se ensucie. Es una idea buena para la época previa al verano o algunos días de septiembre, ya que este tipo de cubierta hay que apartarla para utilizar la piscina. En caso de desear utilizar la piscina durante más tiempo y disfrutar de un ambiente cálido, se puede optar por una cubierta de altura.

Fuente Comunicae

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