En ocasiones, por motivos de salud, viaje o indisposición laboral, no podemos realizar trámites o recoger encomiendas, por lo que la única solución es autorizar a terceras personas.
La autorización por escrito es un documento que permite a amigos cercanos y familiares a actuar bajo nuestro nombre.
Si necesitas realizar algún tipo de gestión administrativa, y por impedimentos mayores no puedes dirigirte al lugar de los eventos, una carta de autorización te será de ayuda.
En esta publicación te contamos cómo pedir a otra persona que haga un trámite por mí.
Explicamos:
- Qué es una carta de autorización para realizar trámites
- Cómo es una autorización por escrito
- Recomendaciones para escribir autorizaciones por escrito
Contents
¿Qué es una carta de autorización?
Una carta de autorización es un documento con validez legal que transmite competencias jurídicas a terceras personas para que actúen bajo nuestra denominación en diferentes prácticas, como diligencias, trámites y gestiones administrativas.
La autorización es para aquellas personas que necesitan realizar operaciones y transacciones y que, por problemas de salud, viajes o fuerzas mayores, no pueden desplazarse al lugar de los hechos.
La mayoría de los trámites administrativos se piden a través de citas. Si la perdemos, tenemos que esperar días, semanas, meses y hasta años, algo que seguramente no quieres, más si es urgente.
Para no tener que esperar más tiempo, te recomendamos autorizar a otra persona, ya que le da la libertad de obrar a nuestro nombre.
La carta de autorización sirve para trámites públicos, administrativos, recoger encomiendas, gestiones universitarias, representaciones legales y pago de impuestos.
Por ejemplo, si necesitas retirar el documento de identidad, pero no estás en la ciudad, puedes escribir una carta de autorización a nombre de un amigo o un familiar, para que se desplace a las oficinas, la entregue a los trabajadores y retire el documento.
También te será de ayuda para que otras personas, como tu hermano/a, hagan trámites con tu hijo menor de edad. Estas gestiones, habitualmente, exigen la presencia de su tutor legal, por lo que si no está presente, complica la situación.
O, también, si nuestro hijo adolescente quiere trabajar, y en el empleo lo piden una carta de autorización de su tutor legal para contratarlo.
En cada uno de estos casos, el escrito de autorización facultará a un tercero para que vele por nuestros intereses.
¿Cómo es una carta de autorización?
La carta de autorización es un texto breve y conciso donde se establece la representación entre dos partes. Gracias a este documento, queda constancia del hecho y que, en caso de problemas legales, pueda usarse como evidencia.
Las partes de una carta de autorización son las siguientes:
- Membrete. Incluye el nombre de la persona que escribe la carta y da autorización. Se ubica en la parte alta y en el sentido izquierdo del documento.
- Fecha, La fecha en que se escribe la carta va abajo del membrete con la autorización.
- Destinatario. Es a quien se dirige el documento. Puede ser una persona, una empresa, o representante de la empresa. Lo ideal es que seas lo más formal posible y utilices los títulos distintivos ‘doctor, señor, señora’.
- Cuerpo. Aquí se expone la situación. Escribe quién eres, a quién le transfieres los poderes de representación, el alcance –para qué se utilizará la autorización– y la vigencia del mismo.
- Despedida. El cierre del documento donde agradeces la comprensión del destinatario ante la situación.
Consejos para escribir una autorización por escrito
La autorización escrita es un documento fácil de escribir, pero algunas personas agregan información innecesaria que entorpece la lectura.
Estos consejos te serán de ayuda para escribir una buena carta de autorización para gestiones y trámites.
Primero, sé claro y conciso. Escribe tu nombre y apellido, a quién autorizas, el concepto de la autorización y la vigencia. Cualquier texto fuera de esto, es innecesario.
No divagues para manifestar el objetivo de la carta, ni busques aprobación. Expresa tus intenciones.
Sé educado, pero no abuses de la formalización.
Finaliza el documento con un agradecimiento. Dedica unas pocas palabras de comprensión para el destinatario de la carta de autorización.
