La parvovirosis es una enfermedad infecciosa causada por un patógeno llamado parvovirus canino tipo 2. Es como el equivalente del tifus en los gatos. Particularmente contagiosa, esta enfermedad apareció por primera vez en 1978 en Australia y los Estados Unidos.
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Los cachorros de granja son los más sensibles, aunque los perros adultos también pueden ser víctimas. La enfermedad afecta especialmente a los cachorros que no han podido beneficiarse de los anticuerpos proporcionados por la leche materna.
Una proliferación de parásitos digestivos o una mala nutrición son todos factores que causan la aparición del parvovirus. Se debe saber que hay ciertas razas que probablemente se vean más afectadas por el virus, incluyendo Pitbulls, Doberman o Rottweilers.
La enfermedad se propaga por excremento o vómito contaminado por perros infectados. El virus es particularmente resistente. Puede vivir hasta 6 meses. Cuando contamina los zapatos, las suelas o la ropa, puede contaminar a los perros y solo toma tres días llegar a todo el cuerpo.
Una fiebre alta es el primer síntoma y se acompaña de depresión y pérdida de apetito. Después de unos días, el perro muestra vómitos, diarrea hemorrágica y se vuelve más y más débil. La muerte puede ocurrir entre 3 y 5 días si el cachorro no ha recibido rápidamente la atención necesaria.
Diagnóstico de la parvovirosis
Saber sobre lo que es la parvovirosis ayudará mucho a tu mascota. El análisis de las heces será el primer paso en el diagnóstico. Se realiza mediante microscopio electrónico o inmunoensayos. Esta técnica da resultados después de unos minutos. Incluso si la prueba es negativa, no debe descartarse la presencia de parvovirus.
El veterinario puede necesitar realizar una prueba de sangre. La ausencia de glóbulos blancos después de esta prueba combinada con los diversos síntomas, como la gastroenteritis hemorrágica, confirma la enfermedad. Un análisis de los parásitos intestinales eventualmente completará el diagnóstico.
Tratamientos y prevención del parvovirus
Los vómitos y la diarrea repetidos causan deshidratación severa en los perros. La prioridad es por tanto rehidratarla. La hipoglucemia también puede ocurrir debido a trastornos gastrointestinales o pérdida de apetito.
Para reequilibrar el cuerpo, el veterinario debe realizar infusiones de potasio, glucosa y líquidos. Los apósitos intestinales y los tratamientos antieméticos están hechos para reducir la infección viral. En caso de una posible super infección, también será necesario realizar un tratamiento antibiótico.
Para prevenir el parvovirus, existen vacunas altamente efectivas, pero solo se pueden inocular en cachorros mayores de 12 semanas. Lo ideal es que amamanten a su madre el mayor tiempo posible para evitar la enfermedad. Además, si el ambiente ha estado en contacto con un perro enfermo, es imperativo limpiar todo con lejía.
Puedes saber más sobre esta enfermedad, y sobre como curar a tu mascota y saber qué es la parvovirosis
