La maternidad es un momento especial para muchas mujeres. Gestar una vida durante nueve meses de embarazo y luego darle la bienvenida al nuevo miembro de la familia es una experiencia única. Sin embargo, por más bonito y maravilloso que sea, no nos libramos de dificultades. Y son muchas. Desde los cambios que sufre tu cuerpo, hasta los problemas de sueño, reajustar con vida y velar por esa pequeña criatura que ahora depende de ti. Por eso, antes de que te tomes de los pelos, te recomendamos que nos acompañes. Te daremos los mejores consejos para parto y postparto que te serán de ayuda en esta etapa tan especial y delicada de tu vida.
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Consejos de maternidad
Prepara tu hogar
Tu cuerpo y tu vida no son los únicos que sufrirán cambios radicales con la llegada del bebé. También tu hogar debe cambiar. Ya no son tú y tu pareja, ahora son más tres.
Debes preparar tu hogar para que sea cómodo, seguro y funcional.
Tu dormitorio debe adaptarse a la presencia de tu bebé. Compra una cama dedicada o separada para colocar al pequeño cuando esté durmiendo, un mejor colchón para acostarte y amamantar o luces tenues que no molesten al bebé, pero que te dejen ver durante la noche.
Y así con todas las áreas de la casa.
Mientras más funcional y segura sea, mejor. Te ahorrará tiempo y sustos innecesarios.
Pide ayuda a tu pareja
Muchas veces se habla de la maternidad desde el punto de vista de la madre. Ciertamente, es sobre quien recae casi todas las responsabilidades. Pero, es cosa de pareja.
Cuando te sientas abrumada, agobiada y que las cosas se escapan de tus manos, tu pareja debe estar ahí apoyándote en lo que necesites.
Es una cosa de equipo. Lo notarás rápidamente después del parto. Ambos deben estar al 120% de las responsabilidades.
No siempre podrás cargar al bebé, necesitas dormir y que alguien atienda a esta pequeña criatura.
Sin olvidarnos de cambiar los pañales, ajustar la almohada, lavar los accesorios de comida del bebé y comprar los medicamentos en la farmacia.
Forma un equipo fuerte de maternidad con tu pareja y vivan esta aventura al máximo.
Prepara comida con anticipación
Comer es una necesidad básica de los seres humanos. Sin embargo, no tendrás el mismo tiempo como para preparar comidas personalizadas.
Si es que no tienes que atender a tu pequeño, puede que te falten fuerzas para cocinar.
Lo que puedes hacer es cocinar porciones individuales y ponerlas a congelar para recalentarlas unos minutos antes de servir. Esto ahorra mucho tiempo valioso y puedes llenar el congelador al máximo con los alimentos que tu familia y bebé necesitan.
Descansa siempre que puedas
Este es un consejo para todas las madres: duerme y descansa.
Mira, se vienen noches largas y perturbadoras. No vas a dormir como estás acostumbrada. Tu vida girará, al menos los primeros meses, un 99% al bebé. Sin contar los cambios que sufre tu cuerpo, el recuperarse del parto y adaptarse a descansar al lado de un pequeño.
Sonará duro, pero es importante que lo entiendas. Piensa en ti, porque si no tienes las fuerzas suficientes por no haber dormido, no podrás atender al bebé como lo merece y pasará factura luego.
El cansancio se acumula y puede ser problemático más adelante. No hay nada de malo en dejar el teléfono a un lado, descuidar un poco a tus amistades, apagar las luces y dormir para recuperar fuerzas.
