Cada vez es más común en la sociedad actual, las relaciones a distancia. A veces, con las prisas y el estrés, no tenemos tiempo para establecer un lazo íntimo con alguien de nuestro entorno y recurrimos a internet para encontrar a esa persona especial que estamos buscando; o bien, nos encontramos con que, debido a esta crisis económica que nos rodea, debemos irnos a otro lugar, otra ciudad o, lo que es más difícil, a otro país y, a partir de entonces, nuestra unión pasa a tener kilómetros de por medio.
Hay que tener muy claros los motivos de esta situación (por trabajo, economía, soledad, porque no nos controlen, etc.) y la razón de que queramos mantenerla (por sentimientos, comodidad, interés…), ya que requiere de mucho sacrificio, control y amor y, puede, que no estemos preparados para afrontarlo o no nos compense.
Una vez establecida, debemos lidiar con las críticas de amigos y familia porque, nos dirán a menudo, que este tipo de pareja no tiene futuro; y tenemos que luchar con nosotros mismos también, porque es muy fácil que nos sintamos inseguros, impotentes y frustrados, por no tener a nuestro lado a nuestro compañero, por miedo a perderlo… Si no lo controlamos, todo esto puede ser muy negativo en la relación, ya que la otra persona puede percibirlo como ataques o falta de confianza, cuando esa no es, en ningún momento, nuestra intención. Si no tenemos cuidado, estas emociones pueden derivar en enfrentamientos por cualquier tontería, lo que crearía tensiones, nos quemaríamos y se destruiría la relación.
Pero no nos desanimemos, una relación a distancia es posible, aunque requiere de estímulos constantes. Por ejemplo, hazle saber que lo tienes muy presente, con mensajes cariñosos al móvil o por la red, parece una tontería, pero no lo es, al contrario, se trata de un gesto muy bonito y que nuestra pareja valorará mucho.
Intentad veros lo máximo posible y, cuando os veáis, préstale toda la atención porque, hay que aprovechar y disfrutar el poco tiempo que tenéis juntos. Hablad todo lo que podáis cuando estéis separados (hoy con programas como Skype o Messenger, es mucho más sencillo que no se note tanto la distancia).
Comunícate con tu pareja, dile lo que no te parece bien, acepta las críticas y cultiva la paciencia, ya que todos estos momentos sirven para fortaleceros y mantener la confianza.
No dejes que los sentimientos y pensamientos negativos te dominen, todos tenemos un día malo, pero no debe ser un continuo, si así fuera, mejor tomaros un tiempo para respirar y relajaros.
Y por último, NUNCA olvides que esa persona mueve tu mundo, que es la que te devuelve la sonrisa, porque todo esto merece la pena, porque es por AMOR.