Dolor abdominal, náuseas, vómitos, ausencia de apetito… los síntomas de la gastritis son muy evidentes. Esta molesta enfermedad está provocada por la inflamación de las paredes que hacen de revestimiento del estómago, y el tratamiento para la gastritis que se ha de seguir en cada caso depende de la gravedad de la enfermedad: puede ser desde aguda, en cuyo caso desaparecerá tras unos pocos días, hasta atrófica, en cuyo caso se incrementan las posibilidades de sufrir cáncer de estómago.
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Entre la gastritis aguda y la gastritis crónica, esta última pudiendo durar meses e incluso años hasta desaparecer, siendo cada caso tan diferente lo cierto es que no existe un único tratamiento para la gastritis. Depende de cada paciente, aunque evidentemente existen una serie de pautas en común a seguir en caso de que te haya tocado esta enfermedad. Puedes ver el curso completo aquí.
Cuando tienes gastritis, tu estómago se vuelve extremadamente sensible a los alimentos que ingieres. Puedes tomar pasta, arroz, pan blanco, pescados, verduras cocidas, pollo o conejo, y si sigues la medicación que te haya asignado el doctor deberías volver a la normalidad en cuestión de pocos días (siempre y cuando la tuya sea aguda, y no crónica).
Por otra parte, existen alimentos que jamás hay que tomar durante el tratamiento de la gastritis. Evita por todos los medios tomar frutas y verduras que provoquen gases -pimientos, coliflor, brócoli…-, frutas ácidas, lácteos enteros y bebidas con gas y/o cafeína, entre otros. Lo único que harán es dañar más tu estómago y, por lo tanto, incrementarán el dolor que sientes en la zona abdominal.
Lo ideal cuando los medicamentos ya no son capaces de solucionarte tus molestias, o cuando no resultan suficientes para calmar el dolor durante algún momento del tratamiento, es recurrir a un tratamiento natural como el de este enlace. Porque basta ya de sufrir, ¿verdad?